El delírium se caracteriza por un déficit de atención que puede estar asociado a confusión, agitación, alucinaciones, desorientación o disminución del nivel de conciencia que aparece en pocas horas o días y que tiene un curso fluctuante. Es decir, podemos encontrarnos a lo largo de un día un paciente agitado, desorientado, sin atención a nada ni a nadie con otros momentos en los que el paciente está perfectamente normal. Este cuadro se produce siempre por una, o varias causas clínicas subyacentes: infecciones, intoxicación o abstinencia de fármaco, estreñimiento, deshidratación, intervención quirúrgica etc. Por tanto, es esencial para su correcto tratamiento el indagar sobre la causa o causas que lo pueden estar ocasionando. Conformarnos con emplear tratamiento tranquilizante sin indagar las causas subyacentes agrava el problema.
Si necesitas contactar con nosotros, puedes hacerlo usando los siguientes datos:
Estaremos encantados de atenderte en la siguiente ubicación:
Rellena el siguiente formulario y estaremos encantados de atenderte. Te responderemos a la mayor brevedad posible.